Asesoramiento: Dra. Verónica Colina. Pediatra (SAP) especialista en Dermatología Infantil (UBA) M.P. 3677/40
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Dentro de sus primeros dı́as de vida, los bebés se ven sometidos a distintos procesos de adaptación necesarios para superar la transición desde el ambiente uterino húmedo a la atmósfera seca. Es por ello que se requieren procedimientos especiales de cuidado para garantizar el desarrollo saludable y proteger a la piel de la irritación e inflamación, ası́ como para crear una sensación de bienestar.

  • El baño del bebé

En el recién nacido a término se pueden usar jabones neutros o discretamente ácidos y no perfumados, y aplicarlos en pequeñas cantidades con la mano o con una esponja suave. Las zonas anogenitales, los pliegues axilares e inguinales, las manos, las secreciones orales y nasales se limpiarán cuantas veces sea necesario. El abuso de jabones y la excesiva temperatura, frecuencia o duración de los baños favorecen la aparición de sequedad cutánea o dermatitis irritativa.

  • Cuidados del cordón umbilical

La recomendación actual es mantener el cordón limpio, seco y al aire. Esta recomendación a los padres debe ir acompañada de la colocación del pañal de forma que se evite cubrir el cordón, y no utilizar bodies hasta su caı́da. Se puede bañar al bebé cuando aún no ha caı́do el cordón, lo importante es después secar bien el cordón con gasas, para que quede limpio y seco.

  • Uso de cremas emolientes

La piel de los bebés es más fina que la de los adultos, tiene menos capas que la protegen y las células que la forman están más separadas. Esto hace que el agua se absorba ms y se pierda más, e influye en su sistema de barrera y su elasticidad. Es por ello que se recomienda el uso de cremas emolientes. Proporcionan hidratación y plasticidad, ya que aumentan la cantidad de agua de la capa más superficial de la piel.

El tipo de emoliente que se debe utilizar no tiene que contener productos perfumados, colorantes o conservantes. Lo ideal es que el pediatra o
dermatólogo infantil recomiende la más adecuada para cada bebé.

  • Proteger del sol la piel del bebé

La piel de los más pequeños tiene pocos melanocitos que la protejan, por tanto la recomendación es evitar la exposición al sol de los niños antes de los seis meses. No se les debe poner protector solar antes de los seis meses por tanto, la protección debe ser total, es decir, mantener al bebá a la sombra en las horas centrales del dı́a, salir a pasear con capota o sombrilla en el cochecito y si va en brazos o en un portabebés, evitar que le dé el sol directo.

A partir de los seis meses ya se le puede aplicar la crema o emulsión solar con un factor de protección 50, pero igualmente hay que evitar exponerlo en las horas d

  • La ropa

Los cuidados básicos también incluyen la ropa que estará en contacto permanente con la piel del bebé. Se recomienda el uso de tejidos naturales,
transpirables y elaborado con productos libres de sustancias quı́micas (como el algodón).

El lavado debe realizarse con detergente suave para la ropa, sin suavizantes ni lavandinas, ya que pueden quedar productos quı́micos adheridos a las fibras e irritar la piel. También es importante quitar etiquetas y evitar costuras o pliegues que puedan provocar rozaduras.

No sobre-abrigar, hasta los 3 meses se recomiendan colocar una prenda más que la de su mamá o cuidadores. El exceso de sudor provoca irritaciones y sarpullidos.

Recordar que si a pesar de todos estos cuidados de la piel del recién nacido presenta algún tipo de lesión cutánea o manifestación anormal debe ser evaluada por el pediatra o el dermatólogo infantil.

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