Asesoramiento: Dr. Juan Carlos Rodríguez. Especialista en Protesis y Rehabilitación Estética
CENTRO PRIVADO BALCARCE -Balcarce 37 – Planta Baja – Tel. 0388- 4240777 – Whatsapp +54 9388 5816908 (15 a 19.30 hs)
La colocación de piercings es una práctica muy antigua de diferentes culturas pero hoy en dı́a, se ha convertido en una moda sobre todo en adolescentes y jóvenes adultos. El piercing se podrı́ a definir como la perforación de la piel para colocar joyas o aditamentos en diferentes partes del cuerpo.
La Academia Dental Americana (ADA), advierte que los piercings insertados en lengua, labios y cavidad oral supone riesgos y posibles complicaciones para los tejidos periodontales. Los médicos y dentistas no participan en su colocación. Además, hay que tener en cuenta, que la mayorı́a de estos piercings están insertados por personal no sanitario y por tanto, carece de conocimientos médicos y anatómicos.
Es por ello que cada vez acuden más pacientes a clı́nicas dentales por alteraciones ocasionados por esta moda.
¿Qué alteraciones generan los Piercings en la boca?
RECESIÓN GINGIVAL: es la retracción de la encı́a y la más frecuente de las alteraciones.
HALITOSIS: Mal aliento producido por la placa que se adhiere al piercing (en perforación lingual).
INFECCIONES: Si no se emplean las medidas de higiene adecuadas y medios estériles. Dado que en la boca existen bacterias, la perforación presenta un elevado riesgo de infección. Podrı́an transmitirse virus como el VIH, hepatitis B, herpes simple o virus de Epstein Barr, cándidas, etc.
TRAUMATISMOS: Los piercings tienen un alto riesgo de engancharse y desgarrar los tejidos como los frenillos y lengua. El de la lengua es especialmente peligroso porque el traumatismo puede ocasionar pérdida del sentido del gusto, tacto, disminución de la capacidad de hablar y deformidades, ası́ como, gran dolor debido a la formación de hematomas que pueden llegar a encapsularse e infectarse.
QUELOIDES: Son cicatrices antiestéticas abultadas, fibrosas y rojizas y a veces, dolorosas al tacto.
HIPERSALIVACIÓN: Provocada por la presencia de un cuerpo extraño en la cavidad oral, resultando incómoda y molesta.
FISURAS Y FRACTURAS DENTALES: Suele ocurrir con los piercings intraorales al juguetear con los dientes, ocasionando pequeñas fracturas o fisuras del esmalte dental, dando lugar a la aparición de hipersensibilidad.
Consejos si tienes un piercing bucal
HIGIENE: Limpiar el piercing cuidadosamente, al igual que los dientes, después de las comidas.
EVITAR JUGAR CON EL PIERCING hasta que no se haya cicatrizado totalmente la herida.
USO DE ENJUAGUE DE CLORHEXIDINA como antiséptico para el cuidado de la herida tras la inserción del piercing.
EVITAR EL CONSUMO DE TABACO, ALCOHOL Y GRASAS para acelerar la cicatrización.