ASESORAMIENTO: Lic. Fabiana Alejandra Cisneros. (MPC 3342) Lic. en Educación Especial • Psicopedagoga
CONCIENCIA Centro Pediátrico de evaluaciones cognitivas• Cnel. Dávila 791, Bº C. de Nieva, S. S. de Jujuy • 388 5121111
Centro de Rehabilitación “Santa María”• Armonía 320, B° Chijra Tel. 4264628

Cada madre/ padre significa a su hijo/a antes de saber siquiera si será niño/a, le asigna un nombre, lo/la idealiza en su recorrido escolar, en la formación profesional e imagina todo aquello que desea. ¿Qué sucede cuando ese hijo/a llega a nuestro mundo con una discapacidad? ¿Qué sucede con todo aquello que se idealizó? Hay que empezar de nuevo, fortalecernos y significarse nuevamente.

Como familias deberemos buscar y agotar los recursos que estén a nuestro alcance o no, para lograr metas en el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas, sociales y escolares. Sin duda, la familia es la que anida la posibilidad de que el niño/a con discapacidad logre transformarse en un sujeto único, autónomo y parte de una cultura. Cada familia tendrá su proceso, su tiempo y sus modos, se logrará antes o después, lo único cierto es que no es tarea fácil pero tampoco imposible.

¿Y qué sucede cuando llegamos a la escuela? ¿La docente espera en su grupo de estudiantes a un/a niño/a con discapacidad? Quizás sí, quizás no. Entonces, ¿qué hacer?, es más sencillo pensar que NO hacer, no pensemos en lo que le falta, lo que no sabe, lo que no tiene. Pensemos en que es
un niño/a que forma parte de nuestra clase, que las hojas de su historia están escritas por nuestras acciones, que podemos resignificar su lugar, que podemos enriquecer nuestras prácticas e instalar el deseo de aprender y ser.

Para comprender el sentido de la inclusión escolar, debemos tener la convicción que no hablamos en términos de favor o aceptación, sino en términos de convivencia y derechos. En tal caso, debemos pensar en la co-educación y la co-responsabilidad para acompañar las trayectorias escolares de los/as estudiantes con discapacidad que habitan nuestras escuelas.

La Ley 26206 asegura el derecho a la educación de todos los niños/as con discapacidad en todos los niveles y modalidades del sistema, por ello, la educación especial como modalidad transversal, se rige por el principio de inclusión educativa y brinda atención educativa en todas aquellas problemáticas específicas que no pueden ser abordadas por la educación común.

La enseñanza común y la modalidad especial deben poner en dialogo practicas diversificadas, articular estrategias de enseñanza y evaluación, enriquecer metodologías, significar y contextualizar saberes para fortalecer trayectorias escolares reales en los ritmos y tiempos que cada estudiante logre recorrer.

En otras palabras, deben dialogar para consensuar y construir.

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