
ASESORAMIENTO: Dra. Verónica Colina, Pediatra (SAP) Esp. en Dermatología Infantil (UBA) MP 3677/40
SANATORIO DEL ROSARIO Belgrano 340, S. S. de Jujuy • Tel. 0388 4231086 / 4224848 Cel +54 9 3884174075
Atención: lunes, miércoles, viernes 14.15 a 16.30 hs. www.sanatoriodelrosario.com.ar
El vitíligo es enfermedad benigna, adquirida, crónica, de la piel y a veces de la mucosa, que resulta de la pérdida selectiva de melanocitos (que son las células que dan color a la piel), originando la aparición de manchas blancas.
A pesar de la falta de síntomas físicos demostrativos que acompañan a la enfermedad en comparación con otros trastornos dermatológicos crónicos comunes, tales como el eczema y la psoriasis, el vitíligo provoca angustia emocional y altera la calidad de vida del paciente y de sus padres en la infancia.
Afecta a una de cada 100 personas. Y casi la mitad comienza antes de los 20 años, sobre todo entre los 10 y 20 años. En el 20% de los casos hay antecedentes familiares. Lo que se hereda es la predisposición para sufrirla.
Las causas del vitíligo tanto en niños como en adultos se desconocen. Estadísticas, sin embargo, han arrojado resultados según los cuales podría ser una enfermedad hereditaria. Por otro lado, estudios llegan a sospechar que se trata de una enfermedad autoinmune. Por último, tales investigaciones conjeturan que los ritmos de vida exigentes en el trabajo incrementarían el agravamiento de la afección.

La clínica del vitíligo es muy llamativa, siendo su síntoma característico que se hacen visibles manchas de color claro, que suelen ser simétricas e iniciarse alrededor de orificios corporales (boca, ano…), axilas, alrededor de las uñas, genitales, areolas mamarias, y en zonas donde los huesos son prominentes (como codos y rodillas). También puede llegar a afectar a los ojos y a la mucosa de nariz y boca, aunque estas localizaciones son mucho
menos frecuentes.
Estas manchas pueden alcanzar una extensión variable. Los bordes de estas lesiones pueden aparecer ligeramente más oscuros y, en algunos casos, incluso un poco inflamados y rojizos; pero siempre muy bien delimitados.
El vitíligo se asocia con otras enfermedades como: diabetes, tiroiditis de Hashimoto, hipotiroidismo e hipertiroidismo, enfermedad de Addison, asma, alopecia areata, miastenia gravis y halo nevus.
Normalmente la clínica es lo suficientemente clara para establecer un diagnóstico correcto del vitíligo, y puede ayudarse de un examen con luz de Wood. Esta prueba se realiza mediante la visualización de la piel con una pequeña lámpara que emite una luz ultravioleta y presenta una lupa. Es aconsejable también realizar un análisis de sangrepara determinar la concentración de hormonas tiroideas, y de glucosa para descartar que existan otras patologías asociadas al vitíligo.
El impacto psicológico del vitiligo es profundo en la infancia. Las experiencias negativas asociadas pueden incluir el temor a ser cuestionado sobre la propia apariencia, burlas y acoso, ansiedad por la posibilidad de propagación de la enfermedad, interferencia con la maduración emocional, depresión, e interferencia con la socialización.
Un artículo de revisión reciente sobre calidad de vida en las enfermedades cutáneas de la infancia declaró que: “En general, los pacientes con vitiligo experimentan baja autoestima, estigmatización social, vergüenza, evitación de la intimidad, ansiedad, depresión, trastornos de adaptación, miedos, ideación suicida, y otras morbilidades psiquiátricas.” Estudios recientes han sugerido que el vitiligo en la infancia impacta en la calidad de vida de manera similar a la psoriasis, mientras los niños entran en la edad adulta.
No hay un tratamiento para el vitíligo que sea del todo satisfactorio, pero se han conseguido algunos resultados bastante notables. El tratamiento siempre deberá ser específico para cada paciente, según su tipo de afección.
Existe la opción, en caso de que las lesiones sean de pequeño tamaño y no afecten la calidad de vida del paciente, de no realizar ningún tratamiento, sabiendo que existe la posibilidad de re-pigmentación espontanea (aproximadamente el 12 %).
Si la decisión es realizar en tratamiento, existen varias opciones terapéuticas:
• Tratamiento local: corticoides tópicos o inhibidores de la calcinuerina (tacrolimus o pimecrolimus), se aplican en forma de crema o ungüento en la zona afectada, 1 o 2 aplicaciones diarias.
• Fototerapia con UVB de banda estrecha: consiste en la estimulación lumínica de la piel a través de una lámpara a fin estimular la pigmentación, se usa en niños mayores.
• Despigmentación: puede ser una opción si el vitíligo está extendido y otros tratamientos no han funcionado. Se aplica un agente de despigmentación en las zonas de la piel que no están afectadas. Este las aclara gradualmente para que se fundan con las zonas decoloradas.
• Tratamiento quirúrgico a través de micro injertos de piel, en caso de vitíligo estables.
• Tratamientos cosméticos con maquillajes cubritivos para disimular la mancha.
Siempre es importante la consulta con el dermatólogo, es quien realizara el diagnostico e indicara, en caso de ser necesario el tratamiento adecuado para cada persona.
Buen día consulto si tiene información de profesional psicológico especialista en trastornos alimentarios