El trastorno bipolar es una afección de salud mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde la euforia maníaca hasta la profunda tristeza depresiva. Estos altibajos pueden afectar la vida diaria, las relaciones y la capacidad de funcionar de una persona.

El Día Mundial del Trastorno Bipolar se conmemora el 30 de marzo. Esta fecha se eligió porque coincide con el nacimiento de Vincent Van Gogh, quien fue diagnosticado con esta enfermedad mental.

No hay que confundir a las personas que padecen este trastorno, con aquellas que tienen cambios de humor repentino, o están atravesando una situación subjetiva difícil, refiriendo y catalogando con liviandad “sos bipolar” “ debe ser bipolar” “soy bipolar”.

Este trastorno debe ser diagnosticado por profesionales de la salud mental, especializados en el área clínica, con formación en residencias, posgrados
específicos, etc. Recordemos que las personas no “son bipolares”, sino que atraviesan un trastorno bipolar, ya que sino convertimos la enfermedad en un apellido que etiqueta y condiciona negativamente; cuando con un tratamiento adecuado pueden llevar una vida plena.

El trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente que afecta el estado de ánimo. Se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía, la actividad y la concentración. Los síntomas del trastorno bipolar pueden ser: Episodios maníacos, Episodios depresivos, Episodios mixtos. Puede comenzar a manifestarse en la adolescencia o en la tercera o cuarta década de la vida.

El tratamiento multidisciplinario puede ayudar a las personas con trastorno bipolar a tener una vida equilibrada. Se estima que el trastorno bipolar afecta a entre 1 y 3% de la población mundial. En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 40 millones de personas padecían esta enfermedad.

Tendencias por sexo

  • Entre 1990 y 2019, hubo aumentos globales en la incidencia del trastorno bipolar en hombres y mujeres.
  • En 2019, 790 028 (49,9 %) de los casos de trastorno bipolar ocurrieron en mujeres.

Otros datos

  • Es la sexta causa de discapacidad en el mundo.
  • Afecta de igual manera a hombres y mujeres.
  • Está asociado a factores ambientales y genéticos.
  • Las personas con trastorno bipolar tienen un riesgo particular de desarrollar otras enfermedades al mismo tiempo.

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar, antes conocido como depresión maníaca, es una enfermedad mental crónica que causa cambios inusuales en el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad, la concentración y la capacidad para llevar a cabo tareas cotidianas.

Tipos de trastorno bipolar:

  • Trastorno bipolar I: Se define por episodios maníacos que duran al menos 7 días, o por síntomas maníacos tan graves que la persona necesita atención hospitalaria inmediata. Por lo general, también ocurren episodios depresivos, que duran al menos 2 semanas.
  • Trastorno bipolar II: Se define por un patrón de episodios depresivos e hipomaníacos, pero no episodios maníacos completos.
  • Trastorno ciclotímico: Se define por numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y depresivos leves que duran al menos 2 años.

Síntomas:

Los síntomas del trastorno bipolar varían según la fase del estado de ánimo:

Episodio maníaco:

  • Euforia excesiva, felicidad extrema.
  • Aumento de la energía y la actividad.
  • Disminución de la necesidad de dormir.
  • Pensamientos acelerados y habla rápida.
  • Comportamiento impulsivo y arriesgado.

Episodio depresivo:

  • Tristeza profunda y desesperanza.
  • Pérdida de interés en actividades placenteras.
  • Fatiga y falta de energía.
  • Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
  • Cambios en el apetito y el sueño.

Causas:

La causa exacta del trastorno bipolar no se conoce, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales.

Tratamiento:

El trastorno bipolar se trata con una combinación de medicamentos, psicoterapia y cambios en el estilo de vida.

  • Medicamentos: Los estabilizadores del estado de ánimo, los antipsicóticos y los antidepresivos se utilizan para controlar los síntomas.
  • Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal y del ritmo social (TIPRS) pueden ayudar a las personas a manejar
    sus síntomas y mejorar su funcionamiento.
  • Cambios en el estilo de vida: Mantener un horario regular de sueño, hacer ejercicio regularmente y evitar el alcohol y las drogas pueden ayudar a estabilizar el estado de ánimo.

Viviendo con trastorno bipolar: Vivir con trastorno bipolar puede ser un desafío, pero con el tratamiento y el apoyo adecuados, las personas pueden llevar una vida plena y productiva.

ASESORAMIENTO: Lic. Aladzeme, Rodrigo (MP 284) Lic. en Psicología

Coordinador de grupos terapéuticos de violencia de genero, Esp. violencia y masculinidades.

IG. @royaladzeme

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