Asesoramiento: Lic. Ana Laura Domínguez. Fonoaudióloga Esp. Neurolingüística MP. 1253Estudios auditivos en bebés y niños
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El autismo es un trastorno neurobiológico y del neurodesarrollo que se manifiesta por: déficit socio comunicacional y conductas repetitivas, restringidas y estereotipadas, aunque la cantidad y la severidad de los síntomas pueden variar mucho.
Algunos de los signos característicos:
- No mantiene contacto visual o establece muy poco.
- No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres.
- No mira los objetos ni los eventos que están mirando o señalando los padres.
- No señala objetos para lograr llamar la atención.
- No lleva objetos de interés personal para mostrar.
- No suele tener expresiones faciales adecuadas.
- Es incapaz de percibir lo que otros podrían estar pensando o sintiendo al observar sus expresiones faciales.
- No demuestra preocupación (empatía) por los demás.
- Es incapaz de hacer amigos o no le interesa hacerlo.
- No dice palabras sueltas a los 16 meses.
- Repite exactamente lo que otros dicen sin comprender el significado.
- No responde cuando lo llaman por su nombre pero sí a otros sonidos.
- Se refiere a sí mismo como “tú” y a otros como “yo”, y puede mezclar los pronombres.
- No parece querer comunicarse con frecuencia.
- No comienza ni puede continuar una conversación.
- No usa juguetes ni otros objetos para representar a la gente o la vida real en los juegos simulados.
- Puede tener buena memoria, especialmente para los números, las letras, las canciones, las canciones publicitarias de la televisión o un tema específico.
- Puede perder el lenguaje u otros logros sociales, generalmente entre los 15 y 24 meses (que con frecuencia se denomina regresión).
Diferencias de comportamiento (conductas repetitivas y obsesivas) en un niño con autismo
- Se mece, da vueltas, se balancea, se tuerce los dedos, camina en la punta de los dedos de los pies durante largo tiempo, aletea las manos (comportamiento llamado “estereotípico”)
- Prefiere las rutinas, el orden y los ritos; tiene dificultadas con los cambios o la transición de una actividad a otra.
- Se obsesiona con algunas actividades inusuales, que hace de forma repetitiva durante el día.
- Juega con partes de los juguetes en lugar del juguete entero (por ejemplo, le da vuelta a las llantas de un camión de juguete).
- Parece no sentir dolor.
- Puede ser muy sensible o no tener sensibilidad a olores, sonidos (ruidos), luces, texturas y al tacto (contacto).
- Mira o contempla de forma inusual, desde ángulos poco comunes.
Siempre es importante consultar con el especialista, confíe en sus instintos. La consulta oportuna marca la diferencia.