
Asesoramiento: Dr. Salvador Gerardo Corrado • MP 2340 / Esp. en Ortopedia Y Traumatología • Esp. en Patología de Hombro y Codo • Esp. en Cirugía Artroscópica Articular
Consultorio: Edificio SIMA • Gob. Tello 595, San Pedro de Jujuy / Tel. 03888 425175 / Turnos: 3888542718
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Muchos se preguntarán que es el menisco, del cual se habla mucho cuando nos duele la rodilla y siempre nos preocupa. El menisco es una estructura que se encuentra entre los dos grandes huesos de la rodilla, es decir entre el fémur y la tibia, tiene la forma de una medialuna, por eso se dice que tiene dos cuernos y un cuerpo. Tiene también una forma triangular con la base hacia afuera y el vértice hacia dentro de la articulación.
Está formado por fibrocartílago (¿recuerdan el colágeno?), lo que le da una consistencia blanda y resistente a la vez. Su función es la de amortiguar los impactos, disipar las presiones y estabilizar la rodilla, algo parecido a un amortiguador. Todas, acciones a la que está sometida la rodilla en la vida diaria y aún más en el deporte.
Por tal motivo el menisco generalmente se lesiona o sufre rupturas mayormente en los giros de la rodilla cuando el pie queda fijo en el suelo y es muy difícil que se rompa por un golpe directo. Cuando sufre rupturas la única manera de observar esto es mediante una resonancia magnética nuclear. Ahora bien, en el pasado y aún hoy, estas lesiones se tratan sencillamente sacando el menisco o gran parte del mismo.

Por suerte gracias al avance en la tecnología disponible hoy esto es cada vez menos visto y actualmente podemos realizar una sutura para que no deje de cumplir todas las funciones que antes les conté.
En el pasado se sacaba el menisco y de esa manera se acababa el dolor, pero a los años (entre 5 y 10) la rodilla irremediablemente iba a la artrosis. Hoy sabemos por la cantidad de evidencia disponible que sacar el menisco produce cambios irremediables en la rodilla (Artrosis) y cuanto más, cuanto más joven es el paciente.
Por eso es que hoy el paradigma es “Salvemos el Menisco” para salvar la rodilla de enfermedades futuras, porque la rodilla nos transporta.
Entonces tratemos de no sacrificar el menisco y nosotros lo cuidamos para que no se rompa. Esto se consigue bajando la carga que sufre con nuestro sobrepeso y devolviéndole a la rodilla la fuerza y estabilidad por medio de la musculación. Despertemos el cuádriceps, los isquiotibiales, glúteos y aductores que por algo están allí y así salvar el menisco.
