
ASESORAMIENTO: Lic. Ana Laura Domínguez • MP. 1253 Fonoaudióloga esp. en neurolingüística. Estudios auditivos en bebés y niños
CLÍNICA NTRA. SRA DE FÁTIMA (Palpalá) • Cel. +54 9 3884724570
CONCIENCIA Centro Pediátrico de evaluaciones cognitivas Cnel. Dávila 791, B° Ciudad de Nieva, S.S. de Jujuy • Cel. +54 9 3885121111
La hipoacusia no es más que la disminución de la sensibilidad auditiva, la cual puede presentarse en un solo oído, que sería unilateral, o afectar a los dos oídos, es decir, tratarse de una hipoacusia bilateral.
Aunque se crea que es una patología poco común, la verdad es que cada vez son más personas las que sufren de la pérdida auditiva por diversos factores. Sin embargo, una de las razones más frecuentes es la llegada de la vejez, a lo que se denomina presbiacusia.
¿Cómo saber si estás negando el problema?
“Yo escucho bien, solo que no me hablan claro, más bien murmuran…
Lo que pasa es que el lugar es ruidoso…
Es que no estaba concentrado en lo que me estaban hablando…
Estoy bien, pero si empeoro prometo pedir ayuda…“
¿El resto se da cuenta que no escuchas bien?
Al igual que otros problemas de salud, la pérdida o sensibilidad auditiva es un hecho que no puede esconderse o pasar desapercibido; existen síntomas que podrían exponerte:
- Respondes mal las preguntas que te hacen.
- Confundes frecuentemente palabras similares como mesa y meta, o casa y pala.
- Mantienes un volumen muy alto en el televisor o equipo de sonido.
- Debes repetir constantemente lo que dices.
No aceptar y no tratar la hipoacusia te lleva a adaptarte negativamente a una nueva calidad de vida: dejando de hacer actividades favoritas, evitando situaciones que te expongan auditivamente, pierdes el dinamismo, evitas conversaciones, etc.
La hipoacusia tiene diversos grados, puede presentarse en un solo oído o en ambos y en que parte este afectada:
HIPOACUSIA LEVE: Es posible mantener una conversación normal frente a frente con otra persona o con un grupo pequeño, siempre y cuando el ambiente esté tranquilo.
HIPOACUSIA MODERADA: Se presentan inconvenientes para escuchar sin ningún tipo de interferencias.
HIPOACUSIA SEVERA: no se percibe la voz a un volumen normal, sólo si ésta se proyecta muy fuertemente.
HIPOACUSIA PROFUNDA: no hay percepción de voz.
ANACUSIA O COFOSIS: Se trata de la pérdida total y completa de la audición.
HIPOACUSIA CONDUCTIVA O DE TRANSMISIÓN: por la alteración del oído externo o medio.
HIPOACUSIA PERCEPTIVA O NEUROSENSORIAL: una lesión en el oído interno o en las vías nerviosas auditivas.
HIPOACUSIA MIXTA: alteraciones simultáneas en la transmisión y percepción del sonido.
HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL: por afección en el oído interno o del nervio auditivo. La causa de este problema es un daño directo en la cóclea,
que es el órgano que le da vitalidad al sentido.
Puede ser consecuencia congénita de nacimiento o una patología adquirida en algún momento de la vida, ya sea por un traumatismo craneal, exposición constante de ruidos altamente agresivos, tumores en el nervio auditivo, enfermedades como el síndrome de Maniere o por envejecimiento natural de los años, algunos medicamentos pueden producir efectos secundarios y generar ototoxicidad.
En el caso de los niños, el panorama más frecuente es la hipoacusia congénita, ya sea por herencia de los padres o propiciada por malformaciones de las estructuras del sentido auditivo durante el desarrollo el feto en el embarazo. Estas complicaciones son toxoplasmosis o citomegalovirus.
Tratamientos:
Colocación de un audífono convencional. Implante de conducción ósea.
¿Qué es un implante coclear?

Se trata de un artefacto electrónico que se establece en el oído medio a través de una intervención quirúrgica que estimulara el nervio auditivo de manera directa. La diferencia de los implantes cocleares, con los audífonos amplificadores de sonido, es que convierten las ondas sonoras en impulsos eléctricos que el nervio auditivo lleva al cerebro, recuperando así la completa sensación de oír.
Recomendaciones para la comunicación con hipoacusia:
- Disminuir la distancia.
- Observar a la persona de frente.
- Evitar hablar mientras come, mastica o fuma.
- No colocarse las manos en la cara, ni tapar los labios.
- Reducir cualquier sonido que pueda ser una interferencia.
- Pronunciar bien cada palabra y hablar pausadamente.