ASESORAMIENTO: Florencia Montiel. Preparadora Integral para la Maternidad. Doula. Puericultora, especialista en lactancia materna. Abogada.

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Tener una experiencia de parto satisfactoria no es solo un deseo, es un derecho.

En el mes de Mayo se celebra a nivel mundial la semana del parto respetado. Dicha iniciativa nace en el año 2004 en Francia, a través de la Asociación francesa por el parto respetado (AFAR) y se ha replicado en distintos países como el nuestro. Su objetivo principal es la promoción, protección y defensa de los derechos de la persona gestante, el recién nacido y su familia durante el proceso de parto, nacimiento y post parto.

El término “parto respetado” se origina en contraposición al tipo de atención a la salud predominante desde mitad del siglo XX, buscando que además sean tenidos en cuenta aspectos de tipo emocionales, culturales y sociales. Procurando modificar la mirada que patologiza y estandariza el mismo, volviendo a poner el foco en este como proceso fisiológico, donde prima la salud, con tiempos y formas propias. Sitúa a la mujer en el centro de la escena y le otorga todo el protagonismo y control para que pueda hacerlo suyo, a través de la toma de decisiones informadas y conscientes.

En Argentina se sanciona y promulga la ley Nº 25.929 en el mismo año, con el nombre de“Ley de parto humanizado”,en la cual se detallan los distintos derechos que deben garantizarse a la familia durante este periodo. Es recién en el año 2015 cuando esta se reglamenta mediante decreto Nº2035/2015, adquiriendo alcance nacional tanto en el ámbito público como privado. Además, algunas provincias decidieron apoyarla desde decretos provinciales para asegurar su impacto zonal.

Entre otros, la ley establece los siguientes derechos para la persona gestante:

1 – A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas, la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y participar de las decisiones al respecto.

2 – A ser tratada con respeto e intimidad, de modo individual y personalizado, considerando sus pautas culturales.

3 – A ser considerada como persona sana de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto y no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento manifestado por escrito.

4 – Al parto respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la persona gestante o de su hijo o hija.

5 – A elegir quién la acompañe durante el trabajo de parto, parto y postparto.

6 – A tener a su lado a su hijo o hijadurante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.

7 – A recibir asesoramiento e información sobre los beneficios de la lactancia, los cuidados de sí misma y de su hijo o hija, como sobre los efectos adversos del tabaco, alcohol y las drogas en ellos.

8 – A recibir apoyo para amamantar.

La falta de cumplimiento de alguno de estos derechos es considerada un tipo violencia contra la mujer en los términos de la ley Nº26.485, conocida como violencia obstétrica. La misma relata “es aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales”, y puede ser denunciada ante el órgano competente.

¿Por qué es importante la promoción del“parto respetado”?

• Porque es una manera de reconocer a la persona gestante como sujeto de derecho, devolviendo un rol activo y participe de procesos propios de la vida sexual, con profundo respeto a su dignidad.

• Porque una experiencia de parto positiva, tendrá un impacto directo sobre el autoestima y confianza de la mujer en su rol materno, como así en el vínculo con su hijo o hija.

• Porque actualmente la evidencia científica nos muestra que esta forma de atención repercute de forma favorable sobre la salud de la diada, facilitando la adaptación de ambos durante el periodo postparto.