ASESORAMIENTO: Dra. Luz Cosentini Pediatra (MP 3099-49-48 – MN 133557)
Hemato Oncóloga Hospital Materno Infantil Dr. Héctor Quintana, Unidad de Onco-hematología

La leucemia es el cáncer más frecuente en los niños y hablar de esta enfermedad es difícil pero muy importante porque es la manera de crear conciencia sobre la misma. Este cáncer se genera en la médula ósea, en donde normalmente se encuentran los precursores de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

No se conoce la causa exacta de leucemia en los niños, pero se habla de múltiples factores que llevarían a la alteración del ADN de las células de la médula ósea y a partir de esto se originarían las células malignas. Solo un porcentaje muy pequeño es causado por síndromes genéticos heredados.

Muchos de los síntomas de la leucemia en niños pueden deberse también a otras enfermedades más frecuentes. Los síntomas varían según el tipo de leucemia. Los signos y síntomas comunes incluyen los siguientes:

  • Fiebre o escalofríos.
  • Fatiga persistente, debilidad.
  • Infecciones frecuentes o graves.
  • Palidez.
  • Pérdida de peso.
  • Adenopatías (Ganglios linfáticos aumentados de tamaño).
  • Agrandamiento del hígado (hepatomegalia) o del bazo (esplenomegalia).
  • Formación de hematomas con facilidad.
  • Sangrados nasales recurrentes, sangrado
  • de mucosas (boca).
  • Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia).
  • Sudoración abundante, sobre todo de noche.
  • Dolor o sensibilidad en los huesos.

Casi Todos los tipos de cáncer en pediatra se desarrollan muy rápidamente y la consulta precoz ante algún síntoma es fundamental.

El diagnóstico se va a confirmar a través de diferentes estudios y laboratorios que se realizan en Jujuy. Para confirmar el diagnóstico se efectúa una punción aspiración de médula ósea y la muestra de médula ósea se deriva a otras provincias para completar estudios.

El tratamiento debe ser iniciado a la brevedad, al tener la confirmación diagnóstica y este es distinto en adultos y niños. Se utiliza quimioterapia y algunas veces radioterapia adaptados a la edad y peso del niño. En el caso de la leucemia linfoblástica aguda que es la más común, el tratamiento dura dos años; los primeros 6 meses se administra quimioterapia intravenosa y el tiempo restante quimioterapia por vía oral.

La familia y el niño deben modificar su estilo vida durante este periodo, lo cual altera la dinámica familiar y laboral. Se debe adaptar el hogar, mantener la limpieza estricta del mismo y desinfección de baños; los alimentos deben ser todos cocidos y preferentemente caseros asegurando la preparación de los mismos con normas de higiene rigurosas. Se debe restringir toda actividad social, no debe recibir visitas, ni debe ir de visita a otro hogar, ni salir a lugares concurridos, para disminuir la posibilidad de infecciones al tratarse de niños inmunosuprimidos.

Cuidar los derechos del niño es primordial, por lo que también, además de brindar tratamiento interdisciplinario en donde participan muchos trabajadores de la salud (enfermeros, pediatras, bioquímicos, especialistas, asistente social, etc.) se debe garantizar acompañamiento psicológico y que el niño continúe con su educación a través de la de escuela domiciliaria y hospitalaria.

Una vez finalizado el tratamiento, el paciente con leucemia, al igual que en otros tipos de cáncer debe continuar el seguimiento oncológico por varios años, por la posibilidad de recaída de la enfermedad y de la aparición de secuelas a largo plazo (cardiacas, nutricionales, respiratorias, etc.) del tratamiento.

Es fundamental recordar que si bien es una enfermedad grave, que implica tratamientos largos e intensos, el esfuerzo vale la pena ya que busca lograr la curación del niño.

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