ASESORAMIENTO:
• Dra. Ana Carolina Arias Cáu. Especialista en Endocrinología Pediátrica UBA (SAP). MP 3141.
• Lic. Itatí Gloss. Especialista en Nutrición. MP 113 CIDEN Güemes 1328 PB A, S.S. de Jujuy • Tel. 0388 4242902
La Obesidad Infantil es una pandemia mundial dado que el 40% de los niños entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y el 13 % de niños entre 2 y 5 años tienen exceso de peso y 1 de cada 10 de estos niños obesidad. Se estima que en el mundo hay 43 millones de niños menores de 5 años obesos o con sobrepeso. Mientras que un 95% de la obesidad infantil encuentra su causa en factores exógenos, es decir el ambiente donde crecen los niños, solo un 5% se factores genéticos. Comparado con la población adulta los niños y adolescentes con obesidad tienen:
- 26 veces más riesgo de tener hepatopatía no alcohólica (por hígado graso).
- 4.4 veces más probabilidades de tener hipertensión arterial.
- 50% más riesgo de padecer bullying entre los 4 y 6 años de edad y alterar su calidad de vida con apnea del sueño, dislipemia, diabetes tipo 2, entre otros.
Además, puede causar desordenes en la pubertad con pubertad acelerada, pero y luego quistes de ovarios e irregularidades del ciclo menstrual en niñas. En los varones puede alterar acelerando los tiempos de la pubertad o con hipogonadismo en los casos extremos.
También aumentar la excreción y actividad de las glándulas sudoríparas con olor excesivo y aumento de la transpiración siendo incómodo para la actividad diaria.
Es importante saber que la obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta. Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de la mayoría de las enfermedades no transmisibles resultantes de la obesidad depende en parte de la edad de inicio y de la duración de la obesidad. La obesidad en la infancia y la adolescencia tienen consecuencias para la salud tanto a corto como a largo plazo. Además, modifica los tiempos de este desarrollo durante la niñez.
Si bien todo lo anterior tiene una base hereditaria (antecedentes familiares de obesidad mórbida, diabetes tipo 2, HTA, RCIU, etc.) los hábitos alimentarios y de actividad física pueden disminuir la expresión de las consecuencias a corto y largo plazo.
¿Cómo abordamos esta pandemia?
Es necesario enfocarnos en el niño o adolescente, la familia, la sociedad y sus costumbres y el equipo de salud que va a asistir esta problemática.
- Desde lo médico:
Evaluar en la consulta los factores de riesgo personales y familiares, realizar el examen físico del peso, la talla, el perímetro abdominal y el índice de masa corporal para clasificar a la obesidad. Además, la solicitud de estudios para evaluar la glucemia, los lípidos, y según corresponda la función tiroidea. Es importante la ecografía abdominal para ver si hay o no presencia de esteatosis hepática para clasificar a la obesidad con o sin morbilidad y actuar con el equipo conforme a esto.
- Recomendaciones de nutricionista:
•• Alimentación saludable (rica en vegetales, carnes magras, frutas, pescados).
•• Tratar de organizar los horarios de las comidas es fundamental que los niños y la familia empecen el día con un desayuno saludable.
•• Intentemos preparar comida casera.
•• Organicemos las compras en familia, involucremos a los niños en la preparación.
•• Crear un ambiente saludable en casa.
•• Tengamos disponible frutas y verduras de estación.
•• Intentemos hacer preparaciones divertidas.
•• Hablemos con los niños de la importancia de alimentarse bien.
•• Dejemos las comidas ricas en grasa y azúcar para días especiales, cumpleaños, fiestas.
•• Recordar no debemos prohibir sino disminuir elijamos porciones más pequeñas.
•• Evitar el consumo exagerado de aguas azucaradas, dulces, golosinas, panificados finos.
•• Promover la actividad física diaria desde pequeños (caminatas, gimnasia, natación, bicicletas, baile, juegos, etc.)
•• Disminuir la cantidad de horas frente a la TC, Computadora y uso de celulares.
•• Controles médicos anuales de salud, para detectar precozmente el sobrepeso y obesidad.
La aparición de vello pubiano durante la niñez suele alertar tanto a padres como a pediatras, dado que se asocia inmediatamente con secreción hormonal y la pubertad.
Es importante reforzar algunos conceptos:
Pubarca precoz aislada:
Es la aparición de vello pubiano de tipo sexual en las niñas antes de los 8 años y en niños antes de los 9 años. No se acompaña de otros signos de pubertad como el desarrollo mamario ni crecimiento del volumen testicular.A veces puede asociarse a acné, olor a transpiración y vello fino en axilas.
Características del vello:
Es más grueso y oscuro y puede enrularse a diferencia de un vello sin estimulo hormonal.
Causas:
Generalmente por maduración precoz de las glándulas suprarrenales en la zona reticular, hiperfuncionamiento que provoca un aumento de la secreción de andrógenos (hormonas) funcional, pero también enfermedades específicas de la glándula adrenal como hiperplasia suprarrenal de formas no clásicas, tumores, entre otros. También consecuencia de algunas medicaciones recibidas a largo plazo (corticoides tópicos, gonadotrofinas).
Consulta:
Se remitirá al endocrinólogo pediatra para evaluar el crecimiento y desarrollo del niño/a, viendo los antecedentes personales y familiares que puedan relacionarse. Se realizarán una serie de estudios: rutina completa, hormonales específicos, edad ósea y ecografías de las glándulas, para descartar estas enfermedades mencionadas. En el caso de ser una pubarca aislada, solo se controlará la evolución hasta el momento de inicio de la pubertad.
Recomendación:
Controles con el pediatra, alimentación saludable, ejercicio, dado que existe relación directa entre la pubarca precoz y aumento del riesgo de obesidad, trastorno de los lípidos y síndrome metabólico en la adolescencia y a la vida adulta.