Asesoramiento del equipo de profesionales de Especialistas, compilado por María del Valle Fermi, Comunicadora Social, Directora de Contenidos de Mundo Bebé Contenidos, Mamá

No estás fracasando. Lo estás haciendo bien. No es tan fácil. Podes hacerlo, vas por buen camino. Ser mamá es entregar tu corazón, tu cuerpo, tu alma, tu mente y todas tus fuerzas al bebé que estás gestando y al bebé, niño y adolescente que estás criando.

Estamos cambiando los paradigmas de ser madre y padre más cercanos a los hijos, más cerca a la realidad, más cerca del corazón.

Hoy permitirse estar agotada y tomarse un tiempo es fundamental, deberíamos no llegar a ese límite, pero si consideramos que antes ni siquiera se hablaba de tener el derecho a descansar, permitirse un tiempo para uno mismo, para compartir sin los hijos, para respirar y volver a empezar, es un gran avance.

Nadie te cuenta que en el embarazo puedes sentirte horrible, tener malestar, estar desbordada, sentirte feliz pero con ganas de llorar, no reconocerte en tu cuerpo y nada tiene que ver con el amor hacia tu bebé, ni con la calidad de tu maternar.

Nadie te explica que el parto puede ser difícil, que la cesárea es dolorosa, que a pesar de tener toda la información médica y la confianza en los profesionales puedes sentir miedo, angustia, ansiedad, incomodidad… el momento del nacimiento se convierte en la puerta de entrada a un nuevo mundo, donde aprenderás a que todo lo que hiciste antes fue dar vida, que se refleja en ese instante en el rostro del bebé, y que todo lo que harás a partir de ese momento es entregar tu vida para fortalecer la de la criatura. Si les parece exagerado o extremista estas palabras pregunten a una mamá si tuviera que elegir entre la vida de su hijo o la propia, cuál sería su elección. A partir de ahí se convierte en un camino sin señales, carteles ni distancia final… nadie sabe muy bien cómo hacerlo, pero si hay muchos buenos consejos de profesionales, compañía amorosa que fortalece, e instinto que guía. Amamantar muchas veces resulta difícil, doloroso y el bebé quizás es muy demandante, entrar a bañarte muchas veces será una carrera contra el tiempo, poder dormir relajadamente se transformará en un objetivo muy difícil de alcanzar, tener hambre como si no comerías hace días va a resultar ser la diaria, que una palabra te haga llorar, o que una sonrisa te mejore el día definitivamente, quizá cambiar el mejor perfume por
el olorcito a bebé, la ropa combinada para la ocasión por lo más cómodo que encuentres sea la mejor opción, postergar muchas decisiones o personas, capaz algunas visitas por vivir momentos de intimidad familiar que llenan el corazón, todo.. todo esto puede pasar y está muy bien y se acomodará con el tiempo, o sin tiempo, sin presiones, con la mirada puesta en el disfrute diario y en darle lugar a cada necesidad de la familia íntimamente… todo lo demás puede esperar.

Criar, acompañar, cubrir sus necesidades básicas, reformular estas formas permanentemente, intentar dar lo mejor en cada etapa de crecimiento (y seguramente Tenes varias etapas en el mismo momento, porque cada hijo tiene su tiempo) y estar abierta a las demandas es un trabajo agotador, hermoso y seguramente muy frustrante en algunas ocasiones, ya que las mamás y los papás de esta generación estamos en la búsqueda permanente de hacer lo mejor posible.

Postergar tus proyectos profesionales puede hacerte sentir mal, y está bien, no es fácil, y es un pesar que generalmente e históricamente recae en la madre; entonces es esperable que te sientas mal, frustrada, triste, desbordada pero también es esperable hoy que pidas ayuda a profesionales que puedan guiarte en los procesos; y apoyarte en tu pareja para que las cargas de la crianza y las posibilidades de crecimiento sean para ambos iguales.
Algunas veces no vas a saber qué hacer, cómo actuar, cómo acompañar a tu hijo porque las propuestas anteriores de crianza no funcionaron, seguramente vas a tener más dudas que certezas, más ganas de llorar que hablar, pero tranquila, es normal, confía,
pide ayuda, lee, compártelo con gente querida y las cosas encontrarán su curso normal.

Las presiones no son buena compañía de maternar, comparte con tus hijos a su edad, comparar entre tus hijos, mucho menos comparar con otros hijos. Este comportamiento suele traer presiones negativas y perdemos el foco de lo importante. Poder saber que cada hijo es diferente, tiene necesidades diferentes y vos sos diferente con cada uno, aunque esencialmente igual siempre el proceso te agarra con más o menos seguridades, inseguridades, madurez, necesidades, con otra realidad personal, económica, emocional, profesional, laboral y hasta social.

Estas acciones pueden ayudarte en los procesos, no están mal, no deben generar culpa:
  • BUSCA TIEMPO PARA TI

El día tiene 24 horas y dentro de estas posibilidades seguro que sacas un momento para estar contigo y hacer algo que disfrutes.

  • COMPARTE CON AMIGAS

Mujeres que estén pasando por lo mismo o no, con las que puedas desahogarte y poner un poco de humor a la vida.

  • DELEGA O DESCARGA

Deberías tener una conversación con tu pareja para equilibrar las tareas, obligaciones y tiempos.

Recuerda que las únicas expectativas que valen son las tuyas, no necesitas ser perfecta si no necesitas vivir felizmente el proceso disfrutando de la maternidad con sus luces y sus sombras.

El otro lado oscuro de la maternidad del que no se habla es acerca de la muerte de un hijo. En la panza con un embarazo de pocas semanas, con un embarazo avanzado, con un nacimiento trágico o con una muerte perinatal la madre necesita hacer su duelo, y debemos desterrar la idea que mientras más pequeño embarazo o el hijo es menos doloroso, el sentimiento, la entrega física y emocional desde el principio es total para una madre y respetar su dolor es fundamental. ¿Cómo? acompañando, sin preguntas incisivas, sin presiones, sin recomendaciones sobre los procesos. Poder estar disponible ante una madre que pierde su hijo es fundamental, disponible para acompañar en silencio, activamente con alguna tarea, en la búsqueda de ayuda profesional o en cada necesidad que pueda expresar. El proceso de duelo no tiene un tiempo específico, no tiene pasos ni objetivos por cumplir, es muy personal y debemos respetarlo y acompañarlo, aunque también estar atentos a que emocionalmente no empeore y pueda aparejar a algún trastorno.

¡Feliz día a todas las mamás del mundo,lo están haciendo muy bien!

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