ASESORAMIENTO: Psic. María Estela Giardina. MP. 004
La ética o moral deriva de las COSTUMBRES de un pueblo en una época determinada. Por ejemplo, en la misma Grecia donde nace la democracia, la existencia de esclavos no incomodaba a nadie porque era “la costumbre de la época”.
Era costumbre de hace unos cincuenta años, que las mujeres se ocuparan de los niños la casa, que no trabajaran fuera de ella, que el hombre sea el proveedor de dinero alimentos y ropa, y el único que “como trabajaba” se permitiera salidas con amigos, al club, a jugar a las cartas, y a tomar alcohol.
No se consideraba enfermo al alcohólico ni al ludópata, y se toleraba el engaño del hombre hacia la mujer con el discurso “es hombre, pero la esposa soy yo”.
Solo se consideraba violencia cuando se trataba de violencia física, golpes, ojo morado, alguna fractura o quebradura.
Los tiempos han cambiado y en la actualidad y siendo refrendados por ley, los modos de violencia se han ampliado.
La Ley 26485 habla de violencia física, psicológica, sexual, económica y patrimonial y simbólica.
Obviamente nos ocuparemos de la violencia Psicológica, transcribiendo en principio, el texto de la Ley:
“VIOLENCIA PSICOLÓGICA: La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento. Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación.”
Daño emocional: el maltrato verbal, el insulto, el grito malhumorado por cualquier motivo mínimo, genera daño emocional.
Por ejemplo, las expresiones: “sos una tonta”, “no haces nada bien”, “la puta madre esto no funciona” etc. Son formas de maltrato verbal. “Vos no estudies, si no podés aprender nada”, “ese trabajo te queda grande”, “no servís para nada”, “te callás!”
“Eso lo decido yo porque así debe ser”,” vos me haces caso”, “a mí no me discutas”, “aquí se hace lo que yo digo!” (estas frases tienen que ver además con el ejercicio de un poder imaginario que muchos hombres creen tener y que al tratarse de formas de comunicación no horizontal no conducen a un establecimiento adecuado de “pareja” que implica una comunicación horizontal). “¿Adónde vas?”, “¿a qué hora volvés?”, “¿a qué
salís?” “¡No te pongas eso!”, “¡no te pintes como una prostituta!”, “¡ese pantalón está muy ajustado!”, “¡pareces una puta!”, “¡seguro que vas a presumir a alguno!”, “¡ese tipo que pasó te miró, seguro le hiciste algún gesto!”, “¡¿por qué te pintas para ir al trabajo?!”
“Mira, con un cuchillo como este la mataron a la de la tele…”,” ¡seguime jodiendo y vas a ver lo que soy capaz de hacer!”
“¡Eso me pasó por culpa tuya!”, “¡te engañé porque no servís como mujer!”, “¡no te alcanza la plata nunca!”,” ¡dame tu sueldo lo manejo yo porque vos sos una mano suelta!” “¡dame tu celular a ver a quien estás mandando mensajes!”
“Tus amigas son todas unas putas, ¡aquí no entran!”, “¡que la vieja metida de tu madre no venga!”, “¡tus hermanos solo vienen a tragar!” (aislamiento para comenzar a agravar el mal trato).
En muchas parejas el mal trato está naturalizado, la violencia está naturalizada, por eso se incluyen en este escrito frases, que son en sí mismas una forma de mal trato y violencia, a los fines de que se pueda reconocer la violencia intrafamiliar y psicológica y se pueda trabajar en ella.
No debemos olvidar que en una relación un miembro es regulador del otro, y en ese sentido uno debe aprender a reconocer la violencia del otro y obrar, es decir, actuar, como regulador, así como también el miembro violento debe aprender a reconocer su propia violencia, aprender a escuchar y aprender a regular sus reacciones violentas.
- En la pareja tanto hombre como mujer pueden ser violentos.
- La violencia psicológica aparece muchos años antes que la violencia física.
La violencia en general comienza dirigida a la mujer y en un 80% de los casos se transfiere a los hijos. Cabe tener en cuenta que la violencia hacia la mujer delante de los hijos, constituye violencia psicológica hacia los menores.
Un 80% de las víctimas de violencia son mujeres y niños y un 20% son varones.
El modo de prevenir los finales trágicos que desencadena la violencia es en principio reconocerla y luego buscar ayuda especializada para tratarla y erradicarla del contexto familiar.
Para concluir el escrito como comenzó, cabe decir que la violencia psicológica en estos tiempos, además de ser un acto ilegal, también es un acto
antiético e inmoral.