ASESORAMIENTO: Lic. M. Florencia Medina, Psicóloga especialista en niños y adolescentes • MP 559
Susana Hubeid 126 Barrio Bajo la Viña, S.S. de Jujuy • Lunes a viernes 9.30 a 12 y 15 a 20 • Cel. + 54 9 3884349227
Comenzamos un nuevo ciclo escolar, y con él una nueva oportunidad para acompañar a los niños y adolescentes a construir su camino. Y como en todo inicio tenemos nuestras expectativas y temores. Cómo padres, madres, cuidadores o educadores que forman parte importante en la vida de estos niños y adolescentes nos preguntamos cual será la mejor manera de guiarlos hacia el progreso. Y de sentirnos tranquilos de como lo estamos haciendo.
Para ello me parece interesante aceptar que tenemos días en los que podemos usar nuestras mejores herramientas y nos sentimos empoderados y felices por así poder hacerlo, pero que también hay días en los que solo podemos pensar en superar ese momento de la mejor manera. Podemos decir sobrevivir. Porque para poder sentirnos fuertes en este hermoso pero difícil camino de la crianza debemos aceptar que ello implica altos y
bajos. Momentos de disfrute y momentos de conflicto.
Y como todo comienzo hacia lo nuevo o lo desconocido implica un desafío, los invito a pensar ese desafío como algo positivo. Como una portunidad de aprendizaje. Resulta valioso poder pensar que es de los momentos adversos de los que más aprendemos, y poder también transmitirles ello a nuestros hijos.
Hay una pregunta que a mí me gusta mucho hacerles a los chicos durante las entrevistas ¿si te fueras de viaje a un lugar donde hace mucho frio como prepararías tu bolso? Y el los comienzan a explicarme todo lo que llevarían para prepararse y enfrentarse al frio. Todo ello podría representar todas las herramientas que nosotros tenemos para enfrentar una situación que sabemos que tendrá ciertas dificultades y desafíos.
Comparemos esa situación con el proceso de aprendizaje escolar y la importancia que ellos tomen consciencia de sus útiles, sus capacidades y de todo lo valioso que aprenderán en este camino. No nos olvidemos de trabajar su independencia y autonomía. En acompañarlos desde pequeños a
preparar sus mochilas, pero hacerlo juntos. Para que luego lo puedan hacer solos. Acompañarlos paso a paso en su proceso de aprendizaje, entendiendo los tiempos individuales, y sin olvidar la importancia de la motivación. Me atrevo a decir que la motivación es el principal motor del aprendizaje y nosotros somos actores muy valiosos para lograr esa motivación sobre todo en los momentos en los que se sienten frustrados o desganados.
Criar, dar apoyo y educar. Quizás las labores más nobles, gratificantes, pero con momentos agridulces también. Pero momentos necesarios para poder crecer, y no solo los niños a nuestro cargo, no nos olvidemos que este también es un camino de crecimiento y aprendizaje constante para
nosotros.
Existen muchas teorías, herramientas, estrategias para la crianza. Nos pueden dar muchos consejos. Y hasta a veces comentemos el error de compararnos con lo que creemos pasa a otros. Y nos olvidamos que lo más importante es estar ahí para ellos, presentes, hablando y escuchando lo que ellos tienen para decir, que así como ellos son las personas más importantes para nosotros, nosotros también lo somos para esos niños y adolescentes.
Y lo que esperan de nosotros (que creo es lo que todos buscamos) es amor, comprensión y sentirse valiosos en su singularidad.