
“La creatividad, el humor, el cariño, la escucha, el cuerpo abierto y vibrátil son los colores de la paleta de un arte terapeuta” (Buxaderas, 2006).
Hoy las infancias y adolescencias se presentan diversas, más el concomitante de la tecnologización que cobra protagonismo en el “entretenimiento” de las mismas requiere un especial foco de atención. Muchos niños, niñas y adolescentes poseen dificultades a la hora de socializar y para ello la tecnología es a veces la mejor amiga del aislamiento…
Como psicóloga clínica de niños y adolescentes, destaco como apremiante el acompañamiento tanto a quienes consideramos sujetos en transición desde las etapas tempranas del desarrollo, teniendo en cuenta todo aquello que se suscita en cada una de ellas y sobre todo el pasaje a la preadolescencia y de allí a la adolescencia, con lo que implica ese transitar; como así también a padres y/o referentes afectivos o de cuidado,
brindando orientaciones desde la práctica profesional.
En la experiencia clínica se presentan a diario niños, niñas y adolescentes con dificultades para relacionarse, ya sea porque su forma de acercamiento a los otros es mediante la hostilidad hacia sus pares o bien porque no se animan a socializar por temor a volver a pasar por una experiencia no grata. Muchos de ellos han sufrido bullying, quedando marcados por estos acontecimientos o su grupo de pares en la escuela forman subgrupos a los que se pertenece por tener tal o cual característica y quienes no las poseen quedan excluidos o son vistos como los “raros” o “diferentes”, sintiéndose
rechazados.
Los tiempos actuales, los diferentes contextos y la complejidad de los casos nos convocan a pensar prácticas destinadas a dar respuestas a los aconteceres emergentes.
Es así como los talleres arte-terapéuticos, constituyen otro modo de abordaje, una modalidad de encuadre complementaria al tratamiento individual, incluyendo el arte y el movimiento como recurso técnico o herramienta.
Los espacios de producción se convierten en espacios de contención para diferentes edades donde el Terapeuta en Arte Terapia, es un Facilitador, no brinda soluciones sobre lo técnico, sino que promueve que los sujetos vayan generando nuevas formas de producir, no interpreta el significado de una producción artística, no enseña contenidos artísticos, sino que apela a que sea el sujeto quien exprese lo que representó en esa obra y qué significado tiene para él su propia producción.

La conjunción de la Psicología, el Arte y el movimiento, posibilitan de esta manera un espacio distinto, otra dinámica de trabajo y la apertura a la expresión en sus diversos lenguajes y manifestaciones, fomentado además la socialización y la creatividad.
“La actividad artística es considerada terapéutica per se. Lo que el Arteterapia persigue como fin es potenciar las características terapéuticas y ponerlas al servicio del proceso psicológico. Se trata de idear un encuadre adecuado al proceso creador donde la comunicación a través de la obra sea posible y central. Con el objeto de que dicho encuadre se constituya como un medio expresivo, contribuyendo en los procesos de simbolización, sirviendo de “puente” entre mundo interno y externo, como un espacio de juego o espacio transicional donde se articulen la creatividad y la socialización” (De Bresson, 2010; Reyes, 2003).
Es así que en ese puente que cada niño, niña o adolescente traza va descubriendo y experimentando, implicando su cuerpo, desde posturas que llevan a la calma y relajación o pintando un mandala, desde alguna proeza aérea que desafíe sus miedos, desde un juego reglado con pares que involucran la tolerancia a la frustración, desde algún ritmo que lleve a sentir un movimiento que estoy ejecutando, desde una melodía interpretada a través de cuerdas o vientos que evocan algún recuerdo o ser significativo, desde una historia que dibujo, pinto, narro y /o actúo convirtiéndola en un cuadro o cortometraje, o tal vez que da vida un títere siendo un objeto portavoz y proyectivo… convirtiéndose todo ello en canales y vehículos de emociones.
Este puente no es sin obstáculos que se van sorteando, no es sin bloqueos que se van disolviendo, promover el desarrollo de la creatividad desde la infancia conlleva a poder ir instrumentando diversas soluciones de afrontamiento frente a distintas situaciones a lo largo de toda la vida.

De esta manera desde el año 2015 venimos implementando talleres grupales de Arteterapia junto a quienes conformamos “Transiciones espacio terapéutico” destinado a niños, niñas y adolescentes. Actualmente se llevan a cabo diferentes talleres en co-coordinación, psicólogasdocentes: pintura, cine, teatro, instrumentos, yoga, expresión corporal, acrobacias aéreas, juego y movimiento. El viraje aquí es introducir otras vertientes del
movimiento además de la expresión corporal y la daza.
La naturaleza lúdica y kinésica, forma parte de las infancias, entonces el poder brindarles espacios dentro y fuera de su ámbito familiar donde se estimule todo aquello que promueva la expresión de emociones y permita a través de la sublimación tramitar conflictos y /o problemáticas, que permitan otra invención posible además de experimentar el placer de crear e imaginar, constituye cimientos fundamentales en el crecimiento.
Para Freud y Klein, a través del juego se expresan y exploran situaciones problemáticas de forma indirecta, ayudando a exteriorizar y enfrentarse a las mismas. Existiría en el juego libertad, frente a las restricciones que impone la realidad. Lo lúdico se encuentra en íntima relación con la creatividad en lo implica la solución de problemas. La imaginación nos vincula con la creatividad la creatividad con la invención.
Winnicot considera al juego como el origen de la creatividad, existe un paralelismo entre el juego y al arte dado que ambos ayudan en el proceso de maduración emocional, social y cognitiva. El proceso creativo implica proyección, exploración, elaboración y contención que tienden a la transformación. Para Vigotzky la imaginación nace en el juego, el niño aprende a crear manipular y dar significado a los símbolos a través del juego también establecer relaciones, practicar roles y desarrollar habilidades.
Al decir de Fernández Cao (2006), el arteterapia ofrece un lugar simbólico seguro en el que el juego y las actividades plásticas logran que la persona pueda enfrentarse de manera creativa a sus dificultades y asimilarlas, en compañía del terapeuta que sostenga las emociones emergentes, se trata de generar al decir de Coll (2006) “espacios más amables”.
Parafraseando a nuestros talleristas, docentes y psicólogas:
“La importancia de la grupalidad es el permitir desarrollar, reforzar o fomentar distintas habilidades como la escucha a otros, tolerancia a las dificultades y tiempos de espera, resolución de problemas, trabajo en equipo, compañerismo, empatía, reconocimiento de las emociones propias y de las de los demás, capacidad de seguir instrucciones para el logro de los objetivos propuestos” ….
“En la grupalidad se consuena y se resuena porque aquello que le pasa al otro y la manera en que se responde a una situación o encuentra una estrategia de afrontamiento puede posibilitar para alguien más una respuesta o bien buscarla entre todos” …
“No se trata solamente de pintar, dibujar o bailar, se trata de crear un espacio seguro donde cada niño pueda expresarse desde su singularidad. En estos encuentros, lo más valioso no es el resultado final, sino el proceso, en el que no hay un “bien” o un “mal”, sino múltiples maneras de ver, sentir y hacer”
“Cada niño aporta desde su modo único de habitar el mundo, de pensar, de jugar, de imaginar y entre todos se va tejiendo una red, donde las miradas se complementan y las diferencias no sólo se respetan, sino que enriquecen” …
“Lo terapéutico sucede ahí: en la posibilidad de expresarse sin juicios, de ser mirados con atención, de sentirse contenidos, animados y validados en lo que surge porque cuando el arte se convierte en puente, lo invisible empieza a tomar forma”…

“Aportamos a nuestras infancias desde el compartir, mediante la herramienta del saber y la creatividad para que puedan desplegar su potencial creativo, desde el brindar lo que nos atraviesa, brindándonos enteramente. El espacio de juego y creación es la matriz del aprender, cuando jugamos
nos implicamos en el juego, nos consustanciamos con las niñas y niños, guiados en nuestro accionar por la vivencia, la diversión y el aprendizaje con ellos” ….
La invitación es a moverse haciendo bailar un títere que ríe y se divierte, pero que también, llora, se enoja, se frustra, se esconde detrás del retablo… La invitación es a ensuciarse las rodillas, gastando los pantalones luego de haber jugado en el patio y ensuciarse con tierra… La invitación es a modelar una plastilina creando personajes….
Se trata de revalorizar la magia desde lo simple y a la vez tan rico y complejo, donde un mundo se vuelve posible a través de lápices o pinceles que imprimen colores trazando una subjetividad que deja marcas y se inscribe entre líneas y pinceladas….
Se trata de apelar también nosotros como profesionales de la salud mental a nuestra creatividad para poder maniobrar siendo estrategas, para poder operar con aquellos elementos que nos ofrece el campo en la era de la tecnologización y las pantallas, haciendo un paréntesis para conectar con la
pausa, el registro del cuerpo y las emociones.
Implicándonos desde el rol de adultos a construir infancias y adolescencias que no tengan vedadas la expresión, que cultiven un espíritu crítico y puedan aplicar la creatividad a la hora de resolver un conflicto.

ASESORAMIENTO:
- Lic .Soledad Arroyo (Mp 491)
- Prof. de Yoga Melina Cid Conde (Mp 8039)
- Lic. Sofía Bidondo (Mp 833)
- Lic. Rocío Rivarola ( Mp en trámite)
- Ariana Alancay (Tesista en la Carrera de Psicología)
- Prof. de Educación Física Silvia Costas
- Prof. de Música Manuel Lafuente
Transiciones espacio terapéutico – Calle Coronel Arias 1173 B Ciudad de Nieva Tel.154 446972
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