Asesoramiento: Dra. Gabriela Quintero • Médica neonatóloga y pediatra MP 2617
CLÍNICA DEL RECIÉN NACIDO Y EL NIÑO – Belgrano 1220, S.S. de Jujuy • Tel:0388 4228854

El colecho favorece la lactancia materna, que, a su vez, es protectora de la muerte súbita del lactante. Un pequeño grupo de niños presenta mayor riesgo de muerte súbita del lactante y accidentes fatales durante el colecho en ciertas circunstancias, que incluyen dormir en un sillón o sofá, padres fumadores, ingesta de sedantes, drogas y/o consumo de alcohol, niños prematuros y/o de bajo peso. El colecho en niños alimentados con leche humana, sin los factores de riesgo mencionados y con padres responsables de implementar un ambiente de sueño seguro, no aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante. La Sociedad Argentina de Pediatría no prohíbe el colecho de manera taxativa, pero si busca que los profesionales de la salud puedan informar y guiar a las familias según su realidad, haciendo las recomendaciones correspondientes y dejando en claro los beneficios y riesgos de la práctica.

El lugar más seguro para que duerma el bebé es en la habitación de los padres, en una cuna ubicada junto a su cama. Sin embargo, el colecho constituye una práctica ancestral. Se define “colecho” a la circunstancia en la cual el niño duerme en la misma cama junto a su madre u otros miembros de la familia, todas las noches, durante, al menos, cuatro horas.

El síndrome muerte súbita del lactante (SMSL) se refiere a la muerte durante el sueño de un lactante aparentemente sano, sin otra causa demostrable.

En nuestro país, hablamos de muerte súbita e inesperada del lactante, ya que no se realizan ni autopsia por un patólogo pediatra ni estudio de la escena de la muerte que permitan llegar a un diagnóstico de certeza. Adquiere relevancia, entonces, poder distinguir las muertes por asfixia, que serían evitables.

Los niños pequeños se despiertan frecuentemente durante la noche y demandan ser alimentados y atendidos en algún lugar. Las madres eligen, entonces, darles de mamar a sus hijos en un sillón, situación de extremo riesgo, atentas al consejo de “nunca colecho”.

•• Las madres intentan incorporarse y sentarse en la cama en vez de permanecer acostadas a la hora de darles de mamar a sus hijos. Como los niños se alimentan con gran frecuencia durante la noche, las madres podrían quedarse dormidas en una posición que es mucho más peligrosa que la de estar acostadas.

•• Si bien algunos niños permanecen calmos en sus cunas en los períodos en los cuales no se alimentan, otros lloran de manera inconsolable. Algunos padres adhieren, entonces, a la norma de la psicología conductista del Duérmete, niño, que propone un método de adiestramiento para enseñar a los niños a dormir solos, que incluye dejar al niño llorando en su cuna. Esta práctica genera una situación de estrés para la díada.

•• Muchas familias manifiestan que, pese a la prescripción de “nunca colecho”, transgreden la recomendación y duermen con sus hijos. Resulta imposible eliminar absolutamente el riesgo de MSL. Sin embargo, mediante una conversación empática con los padres, podemos, potencialmente, disminuir las muertes por colecho en un 90%.

El riesgo no es inherente al colecho en sí, sino a las circunstancias en las que ocurre. Lo que adiciona factores de riesgo son las prácticas de sueño inseguro: exceso de abrigo, dormir en posición boca abajo o de costado, presencia de almohadas, almohadones, acolchados, mantas, colchón blando, dejar al niño en una cama sin supervisión de adultos, alimentarlo solo con fórmula, usar nidos de contención o el huevito para el auto en la cama de los padres.

Es contundente la evidencia científica que muestra que el colecho aumenta significativamente el riesgo de MSL en aquellos casos en que los padres fuman o la madre fumó durante el embarazo, ingieren alcohol, drogas psicoactivas recreativas o sedantes, en especial si el niño es prematuro o sufrió una restricción del crecimiento intrauterino. Sin embargo, hay otros niños que pueden ser vulnerables –por alteraciones genéticas en los neurotransmisores–, a los que no podemos identificar en la actualidad. Cuando el recién nacido está en contacto piel a piel con su madre, puede estar en posición prona sobre el torso materno.

En estas circunstancias, se debe cuidar que la cabeza del bebé esté girada hacia un lado con la nariz y la boca desobstruidas y con el cuello no flexionado. La madre debe permanecer despierta y alerta para evitar obstrucciones de las vías aéreas y caídas.

Cada familia debe elegir con libertad y conocimiento, por lo cual es imprescindible dar información completa a los padres, tanto de los beneficios de la práctica de colecho como de las condiciones que aumentan el peligro durante esta práctica, más que promover restricciones difíciles de cumplir en la vida cotidiana.

•• El lugar más seguro para que duerma el bebé es en una cuna al lado de la cama de sus padres.

••• La práctica que impone que los niños duerman solos los primeros meses de vida, en una habitación distinta a la de los padres, tiene una vigencia de poco más de un siglo, se lleva a cabo en muy pocos países del mundo y aumenta el riesgo de MSL.

•• Todos los padres deben recibir el mensaje de que la cohabitación durante los primeros seis meses de la vida disminuye el riesgo de MSL, independientemente de la alimentación que reciba el niño.

••• Las evidencias actuales muestran que el colecho presenta pocos beneficios para aquellos niños que se alimentan con fórmula exclusiva.

•• Las familias deben ser informadas sobre la importancia de la lactancia materna como un factor protector relevante para disminuir la MSL.

••• No se observó incremento del riesgo cuando el niño compartía la cama de la madre por períodos cortos con el propósito de amamantar e incrementar el contacto piel a piel.

•• Las muertes en situación de colecho se asocian, al menos, con un factor de riesgo para la MSL: posición boca abajo, alimentación exclusiva con fórmula, compartir la cama con otro niño, acostar al niño sobre una almohada.

••• Dormir con un niño en un sofá, sillón o silla mecedora aumenta el riesgo considerablemente comparado con dormir en otras superficies (por ej., una cuna).

Sugerencias para disminuir la morbimortalidad asociada al colecho

••• No practicar colecho si alguno de los padres presenta una disminución de la capacidad para despertarse debido a fatiga extrema, ingesta de medicación sedante, alcohol o drogas ilícitas.

••• Si el bebé duerme en la cama con los padres, no debe hacerlo sobre una superficie blanda (por ejemplo, almohada, colchón de agua, colchas mullidas, piel de cordero).

••• Ubicar al bebé al costado de uno de los padres, no en el medio de ambos.

••• El colecho con hermanos, hermanas u otros familiares es desaconsejable.

••• El colecho debe desaconsejarse cuando conviven muchas personas en la misma habitación.

••• Conocer los potenciales peligros asociados con esta práctica: – Aplastamiento por parte de un adulto. – Que el bebé quede “atrapado” entre el colchón y la pared o entre el colchón y el respaldo de la cama. – Que el bebé quede con su cabeza boca abajo en algún hueco del colchón. – Caídas del bebé de la cama al suelo.

••• Extremar los cuidados en los niños/as con afecciones neurológicas y con restricción de sus movimientos.

••• No practicar el colecho si alguno de los padres fuma.

••• No practicar el colecho en un sillón o sofá.

Recomendaciones para un sueño seguro durante el primer año de vida

•• Promover la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses.

•• Dormir boca arriba.

•• Compartir la habitación sin compartir la cama, como escenario más seguro.

•• El colchón debe ser firme y del mismo tamaño de la cuna.

•• No colocar ningún objeto dentro de la cuna (almohada, nido, rollo, chichonera, edredones, colchas, frazadas gruesas o juguetes).

•• Tapar al niño hasta las axilas con los brazos por fuera de la ropa de cama y sujetar con firmeza la ropa de cama.

•• Evitar el exceso de abrigo.

•• Temperatura ambiente moderada.

•• No prohibir el chupete para dormir, cuando la lactancia esté bien establecida.

•• Realizar controles periódicos durante el embarazo.

•• No fumar durante el embarazo.

•• No exponer al niño al humo del tabaco.

•• Utilizar la silla de seguridad para el auto (huevito) exclusivamente para viajar en un vehículo.

•• Vacunación completa.

•• Cuna clásica que cumpla con las especificaciones del “Consenso sobre mobiliario infantil”de la Sociedad Argentina de Pediatría. Para reducir el riesgo de golpes y heridas dentro de la misma cuna, se recomienda madera, metal o plástico que no tenga astillas, tornillos expuestos, puntas agudas o aristas filosas y que sus ángulos sean redondeados. La pintura, barniz, esmalte y adhesivos no deben contener sustancias tóxicas; el espacio entre barrotes sea menor de 6 cm.; la altura de los laterales debe ser de 60 cm por lo menos; con patas firmes y fijas. En caso de tener ruedas, se recomiendan aquellas que combinan 2 ruedas y dos patas y, si tuvieran 4 ruedas, al menos, dos deben tener un mecanismo seguro de bloqueo; el colchón debe ser plano e indeformable, de material firme (alta densidad).

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