ASESORAMIENTO: Lic. M. Florencia Medina, Psicóloga especialista en niños y adolescentes • MP 559
Susana Hubeid 126 Barrio Bajo la Viña, S.S. de Jujuy • Lunes a viernes 9.30 a 12 y 15 a 20 • Cel. + 54 9 3884349227
Comenzaron las clases y con ello nuestros hijos empiezan una nueva etapa, para estar en contacto con sus compañeros, aprender, no solo académicamente sino también de los vínculos con sus pares. Disfrutar con otros, aprender a compartir, divertirse, tener con quien hablar y sentirse escuchado. Pero lamentablemente no es el caso de todos.
Uno de los principales desafíos que creo debemos ponernos como sociedad en este comienzo del ciclo lectivo, es trabajar para disminuir la incidencia del bullying en las instituciones.
Bullying se refiere a toda forma de maltrato, acoso, verbal, físico o social, en el contexto escolar, entre un niño o adolescente y otro. O un grupo de chicos contra otro. El niño o adolescente que es víctima de bullying sufre grandes consecuencias y mientras más tardemos en detectarlo y detenerlo
pueden ser más graves.
Por eso me parece importante que todos tomemos conciencia de que formamos parte de esta situación. Porque somos lo que yo considero el tercer actor capaz de hacer la diferencia y ayudar a detener no solo la situación que se está llevando a cabo, sino también la aparición de nuevos casos.
En el bullying participan tres actores: El que ejerce el acoso, el que lo sufre…y todos los que son capaces de ver esta situación, escuchar, y no dicen nada (hacen silencio), también son importantes para que la situación se sostenga.
Por eso, aunque mi hijo/a hoy no sea víctima, ni sea en que está “molestando” a otro compañero necesito hablar y explicarle que no decir nada, y ser espectador es una manera de participar. Necesitamos trabajar en valores positivos para nuestros hijos. Trabajar en el respeto a la diversidad, empatía, solidaridad, por ejemplo. Porque trabajando valores positivos también prevenimos que emerjan situaciones negativas.
Todos escuchamos de las consecuencias graves que sufrieron chicos más pequeños o adolescentes por ser víctimas de estas situaciones: no pasemos más la pelota, nos involucremos, no dejemos que lo resuelva otro… seamos el que levanta la mano, busca ayuda, escucha.