
ASESORAMIENTO: Dra. Ana Carolina Arias Cáu, MP 3141 Esp. en Endocrinología Pediátrica UBA (SAP)
CIDEN • Güemes 1328 PB, S. S. de Jujuy • Tel 0388 4242902
Cuando el pediatra y el endocrinólogo Pediatra se enfrentan a iniciar el estudio de un niño o niña con baja talla, durante el examen físico es de suma importancia la observación de la armonía o desarmonía corporal para realizar los diferentes estudios que confirmen o descarten la sospecha diagnóstica.
Una talla baja puede ser armónica o disarmónica, según se mantengan o no las proporciones normales entre los diferentes segmentos corporales, y puede ser de inicio pre o posnatal. Una talla baja disarmónica nos orienta a otro tipo de patologías asociadas como displasias esqueléticas entre otras y, por el contrario, el hipocrecimiento armónico puede ser normal o representa más comúnmente una causa hormonal.

¿Cómo se realiza este examen?
Simplemente con la antropometría de peso, talla, perímetro cefálico y la estatura sentada (la medición del segmento superior o tronco, el cual se realiza con el paciente sentado y correlaciona la estatura sentada respecto a la estatura total. También pueden medirse los miembros inferiores o la envergadura o relación entre la longitud de los brazos respecto a la estatura. Existen en nuestro país curvas realizadas para niños o niñas de las diferentes edades, que permitirán confirmar o descartar la sospecha clínica si este paciente tiene una talla baja proporcionada o desproporcionada.
La solicitud del mapeo óseo o radiología de los diferentes segmentos del cuerpo y miembros, serán el principal estudio para el abordaje al diagnóstico. Muchas veces llevan al diagnóstico de una displasia esquelética cuyo origen es familiar y por lo tanto se evitarán estudios innecesarios.
Este tipo de abordaje permitirá el enfoque específico y el asesoramiento para evitar complicaciones según la etiología.