ASESORAMIENTO: Lic. Fabiana Alejandra Cisneros. (MPC 3342) Lic. en Educación Especial Psicopedagoga
CONCIENCIA Centro Pediátrico de evaluaciones cognitivas • Cnel. Dávila 791, BºC. de Nieva • 388 5121111
Centro de Rehabilitación “Santa María” • Armonía 320, B° Chijra • 4264628

Retomamos las actividades escolares y para muchos es una nueva experiencia, para otros, es un paso más en el camino que venimos recorriendo hace algunos años, en fin, para cualquier situación es momento de pensar en la “mochila”, pero no en la mochila de útiles, sino, aquella que deseamos cargar a lo largo del año, aquella que se llena de emociones, miedos e incertidumbres por un nuevo comienzo.

Los más pequeños, se encuentran frente al gran desafío de despegarse de mami, papi, al menos por unas horas para ir al jardín, conocer amigos y empezar con las rutinas escolares. Se disponen a aprender canciones, a compartir, a dejar el chupete quizás y hasta aprender las primeras letras o números.

Los más grandecitos, los que sabemos leer y escribir, vamos a reencontrarnos con nuestros amigos y amigas, a conocer nuevos maestros,
a retomar las actividades extraescolares. ¿Y los que pasamos al nivel secundario?¡ todo un cambio!, nos enfrentamos a nuevos espacios,
personas, horarios, lugares y obligaciones. Pero la cuestión no culmina aquí, los que egresan del secundario, los que inician el terciario o la facultad, los que parten a otras provincias, los que les toca despegarse de la familia, conocer todo desconocido, enfrentar la vida y hacerse adultos, ellos también van cargados de angustia, miedos y emociones.

A cualquier edad, un año escolar que inicia es una meta por lograr, significa desafíos para cada estudiante y su familia, sea la edad que sea. Entonces, en este recorrido, miremos la “mochila”, procuremos cargarla de energía para el año que inicia, llevemos lo mejor y lo necesario.

No llevemos sobrepeso que solo ocupan espacio en vano. A veces, nos preocupamos tanto por cargarla de cosas y olvidamos que lo más
simple es lo que más sirve, quizás no vaya llena de crayones recién comprados o marcadores sin estrenar, pero un cuaderno con algunas hojas para el inicio, la goma y el lápiz que acompañó el último tramo del año pasado sirven.

Un buen “primer día de clases” está lleno de emoción y lo más emocionante es cuando acompañamos a quienes amamos para dar “ese primer paso”, a la par.

A los del jardín, los del primario, los que cambiaron de escuela, los que inician el secundario, los que se quedaron y los que se fueron, a cada familia; ¡el mejor año escolar!

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